jueves, 22 de marzo de 2012

Agradecemos a Mirian de Magaña que comparte con nosotros lo siguiente:

Recuerdos que se llevan en el corazón.

Hoy 22 de marzo, Familia Nueva cumple 30 años de haber iniciado el sueño de un grupo de matrimonios, el de trabajar por la familia, concretamente, por las familias de escasos recursos del área metropolitana de San Salvador.

Éramos diez o doce matrimonios que la vida y la mano de Dios en ella, hicieron que nos encontráramos y uniéramos nuestras inquietudes y anhelos particulares en este sueño común, María Lidia y Julio Pineda Mendoza (papá Julio y mamá Lela) eran los mayores del grupo y nosotros, Miriam y Pepe Magaña, los más jóvenes.

Todos, habíamos vivido, en diversos momentos y circunstancias, la experiencia de tener un encuentro con Dios, encuentro que movió nuestras vidas y nos había llevado a optar porque fuera el propio Jesús quién nos acompañara en nuestro caminar familiar, social y eclesial.

FAMILIA NUEVA comienza a gestarse por el año l980, cuando como grupo empezamos a servir a los demás contagiándolos de ese amor y servicio que nosotros habíamos descubierto.

Vaticano II, Medellín y Puebla nos hicieron reaccionar al asumir con responsabilidad y con el auxilio del Espíritu Santo, el papel que como laicos debíamos tener ante una sociedad injusta, en donde la familia se desintegraba aceleradamente, los jóvenes crecían sin valores, etc.

Ante este panorama vimos la necesidad de trabajar en la construcción del Reino de Dios. Decidimos fundar la Comunidad Eclesial de Servicio FAMILIA NUEVA, como respuesta a la sociedad que vivía en medio de una dura realidad de los pobres, la juventud y la familia.

Hoy Familia Nueva tiene que retomar su rumbo y ser una respuesta para la integración y promoción de la familia que cada día demanda más cristianos comprometidos, no con los hombres sino con este Dios nuestro que se hace humano en Jesús.

Mirian de Magaña

martes, 20 de marzo de 2012

Fundamentos de Familia Nueva

Para entender los fundamentos de Familia Nueva hay que empezar por el principio: por entender por qué surge, cuáles fueron las condiciones eclesiales y sociales que propiciaron su nacimiento, cómo puede leerse la acción del Espíritu de Dios en esa etapa de la historia.

Esto sentado, podemos pasar a comprender la razón de ser de Familia Nueva a través del conocimiento de los documentos que le sirven de base y que constituyen su fundamento. El documento fundante es nuestra Acta de Constitución o Carta Constitutiva.

  1. Contexto en que se origina.

Podemos considerar que las causas remotas del surgimiento de Familia Nueva son básicamente dos:

1. La revolución que dentro de la Iglesia Universal generó el Concilio Vaticano II (11/oct./62 – 8/dic./65), convocado por el papa Juan XXIII como una mirada positiva al mundo actual y un gozo para la Iglesia.

2. La Iglesia Latinoamericana alza una voz profética ante la situación que vive el pueblo en las conferencias episcopales de Medellín (1968) y Puebla (1979) vuelve los ojos a la dura realidad de los pobres, la juventud y la familia que se encontraba muy poco atendida por las estructuras sociales y eclesiales y vivía, como sigue viviendo en la actualidad, situaciones de marginación, pobreza, desintegración, falta de valores morales y espirituales,…

Ampliando estas causas:

1. ¿Cuáles fueron los elementos revolucionarios del Concilio Vaticano II que, en cierta manera se convierten en los fundamentos de Familia Nueva? Escudriñando Vaticano II posiblemente encontraríamos muchos elementos, tomemos únicamente los que parecen más determinantes:

A. La nueva visión del papel de los laicos dentro de la Iglesia

En realidad puede decirse que no hay documento del Concilio que no haga referencia a los laicos y su papel dentro de la Iglesia de una u otra manera. Si los comparamos con los concilios anteriores –Trento y Vaticano I- salta a la vista una manera totalmente nueva de leer los signos de los tiempos y la estructura de la Iglesia; de una concepción de sociedad perfecta” (en la que hay, por un lado una jerarquía eclesiástica que domina en forma absolutista y, por el otro, una multitud de fieles llamados a obedecer sin rechistar) se abre la Iglesia al concepto evangélico de Pueblo de Dios”, en el que los laicos juegan un papel y tienen unas responsabilidades sumamente importantes y son llamados por el Señor a la transformación y consagración de la vida secular.

Como consecuencia de estas y otras muchas reflexiones sobre el papel laical podemos decir que surge una nueva manera de ser laico dentro de la Iglesia:

a. Los laicos, como familias cristianas, toman conciencia de su responsabilidad en la trasformación de la vida secular “orientándola hacia Dios”.

b. Surgen más organizaciones laicales y se fortalecen las existentes.

c. Se inicia un acercamiento a la Palabra de Dios que en la Iglesia Católica había estado al alcance del clero únicamente.

B. El regreso a los evangelios y con ellos a la vida de Jesús de Nazaret

Al contrario de los concilios anteriores que ponen el énfasis en la divinidad de Jesús, en la Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación (DEI VERBUM) se rescatan la vida humana de Jesús de Nazaret y su acción liberadora:

DV 4: …... Por tanto, Jesucristo -ver al cual es ver al Padre-, con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida eterna.

DV 17:…….. Cristo instauró el Reino de Dios en la tierra, manifestó a su Padre y a Sí mismo con obras y palabras y completó su obra con la muerte, resurrección y gloriosa ascensión, y con la misión del Espíritu Santo.

En 1979, 14 años después de Vaticano II, la Conferencia Episcopal Latinoamericana reunida en Puebla expresa:

Jesús de Nazaret nació y vivió pobre en medio de su pueblo Israel, se compadeció de las multitudes e hizo el bien a todos……. Jesús, ungido por el Espíritu Santo para anunciar el Evangelio a los pobres, para proclamar la libertad a los cautivos, la recuperación de la vista a los ciegos y la liberación a los oprimidos nos ha entregado las Bienaventuranzas y el Sermón de la Montaña la gran proclamación de la nueva ley del Reino de Dios. (Puebla 190)

Estos documentos tuvieron un impacto enorme en la forma de vivir la fe. Ahora a nosotros tal vez nos parece que siempre ha sido así, pero en realidad, ese refrescar la fe en Jesús de Nazaret fue muy radical:

èDe una cristología descendente” que regía a la Iglesia desde el Concilio de Calcedonia en 451, se abre de nuevo la puerta a la “cristología ascendente” que se vivía en las primeras comunidades cristianas. Esto no es simple teología, es pasar, de centrar la fe en Cristo Glorificado, el Rey de reyes, sentado a la derecha del Padre Todopoderoso, a rescatar a Jesús de Nazaret, que vivió entre nosotros y “pasó haciendo el bien y liberando a los poseídos por el demonio”, que se enfrentó al mal estructural de su tiempo y por eso fue condenado por agitador y blasfemo a la muerte más ignominiosa de su tiempo, pero al que, también por lo mismo, Dios lo resucitó.

2. La Iglesia Latinoamericana alza una voz profética ante la situación que vive el pueblo en las conferencias episcopales de Medellín y Puebla.

Esta nueva manera de vivir la fe es acogida por todos aquellos pueblos en los que el sufrimiento por causas estructurales es el pan de cada día. Jesucristo, el Hijo de Dios que se hace uno con los hombres y pasa su vida siendo solidario con todo el que sufre marginación, dolor, pobreza… se convierte en el compañero de camino de todos aquellos que no tiene otra esperanza… ¡Y la Iglesia Latinoamericana se solidariza con ellos! Y lo expresa con claridad y valentía en los documentos de las Conferencias Episcopales reunidas en Medellín y Puebla.

La opción preferencial por los pobres manifestada en estas conferencias latinoamericanas no surge espontáneamente, es consecuencia de la deliberación en comunión de los obispos latinoamericanos presentes en el Concilio Vaticano II que tiene una primera manifestación colegiada de compromiso en el “pacto de las catacumbas” firmado por 40 padres conciliares, en su mayoría latinoamericanos, después de celebrar una eucaristía en las catacumbas de Santa Domitila, donde pidieron "ser fieles al espíritu de Jesús". El compromiso esbozado en este pacto es expresado de manera muy concluyente en la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968) y ratificado posteriormente en la III Conferencia en Puebla (1979), insistiendo en aspectos como:

a. No cerrar los ojos ante la realidad de nuestra sociedad: Los pobres necesitan respuestas urgentes que los lleven a tener una vida más digna.

M. 1.1 …la miseria que margina a grandes grupos humanos. Esa miseria, como hecho colectivo, es una injusticia que clama al cielo.

b. Nos dice que las familias adolecen de gran inestabilidad: alto porcentaje de uniones ilegales y de nacimientos ilegítimos, alto índice de disgregación familiar, pobreza y marginación social... y necesitan urgentemente ser atendidas.

c. Jesús es crucificado diariamente en tantos hombres, mujeres y niños que mueren de hambre o enfermedad o pobreza.

Muchos laicos, y los matrimonios que iniciaron Familia Nueva en particular, se sienten interpelados por estos documentos y movidos a asumir su responsabilidad eclesial.

Algunos textos para reflexionar sobre el papel de los laicos:

M.III.21b Bien planteada y bien ejecutada, mediante los movimientos familiares, tan meritorios, o mediante otras formas, la pastoral familiar contribuirá ciertamente a hacer de nuestras familias una fuerza viva al servicio de la construcción de la Iglesia, del desarrollo a realizar y de las necesarias transformaciones en nuestro continente.

M.X.5. Pueden señalarse también, entre los factores que han favorecido la crisis de muchos movimientos, la débil integración del laicado latinoamericano en la Iglesia, el frecuente desconocimiento, en la práctica, de su legítima autonomía, y la falta de asesores debidamente preparados para las nuevas exigencias del apostolado de los laicos.

M.X.6. Finalmente, no es posible desconocer los valiosos servicios que los movimientos de laicos han prestado y continúan prestando con renovado vigor a la promoción cristiana del hombre latinoamericano. Su presencia en muchos ambientes, pese a los obstáculos a y a las dolorosas crisis de crecimiento, es cada vez más efectiva y notoria. Por otra parte no puede dejarse de ver el trabajo y la reflexión de muchas generaciones de militantes cristianos.

II. Acta de Constitución o Carta Constitutiva

Familia Nueva, como la Iglesia, no se inicia como una comunidad eclesial claramente definida, realmente resulta de la unión de varios matrimonios, con alguna vivencia comunitaria y pastoral en diversas agrupaciones laicales existentes en la arquidiócesis de San Salvador que deciden unir sus experiencias y ponerlas a producir a favor de la familia salvadoreña, la juventud y de los pobres.

Como menciona el Acta de Constitución, después de trabajar juntos durante año y medio atendiendo familias, jóvenes y preparación de parejas para el matrimonio, el grupo va madurando humana y espiritualmente y van teniendo cada vez más clara la misión que se proponen asumir para el engrandecimiento del Reino de Dios. La idea se concreta y el 22 de marzo de 1982 le dan una forma definitiva en lo que llamaron ACTA DE CONSTITUCION, en la que definen los siguientes aspectos:

1. Establecen la necesidad de una organización para dar una respuesta más eficaz a las necesidades de la familia y fijan como ámbito de su realización pastoral la Iglesia Arquidiocesana de San Salvador.

Organización que, al crecer la Comunidad y ampliar su servicio apostólico ha ido cambiando y creciendo.

P.801: la organización es signo de comunión y participación en la vida de la Iglesia; permite la transmisión y crecimiento de las experiencias y la permanente formación y capacitación de sus miembros;

2. Definen como motivación el llamado de la Iglesia regional en la Conferencia del Episcopado Latinoamericano reunido en Puebla para evangelizar preferentemente a la familia, la juventud y los pobres”, lo cual define también los destinatarios de su servicio.

Durante sus 30 años de existencia Familia Nueva ha evangelizado varios miles de familias y jóvenes, que se han convertido en fermento en esta sociedad nueva, en signos del Reino en los ambientes en que viven, desde Nejapa y Quezaltepeque hasta San Jacinto y Santo Tomás, de Ilopango a Lourdes.

3. Fijan un domicilio: la parroquia María Auxiliadora, que tuvieron que abandonar a raíz del terremoto de 1986, siendo acogidos en el Instituto Emiliani por la Comunidad Somasca y en especial por el padre Sebastián Martínez, que empieza a fungir como director Espiritual de Familia Nueva.

4. Definen su naturaleza: «Comunidad Eclesial de Servicio bajo la denominación “FAMILIA NUEVA PROMOCION INTEGRAL DE LA FAMILIA” ».

Un servicio resultante de una relación cercana con Dios y una formación cristiana en continuo crecimiento, más que una comunidad de oración contemplativa, una “comunidad orante en acción”.

5. Forman un equipo coordinador, los seis matrimonios dirigentes se constituyen en equipo coordinador especificando las funciones de cada uno.

A medida que la comunidad fue creciendo, surgió la necesidad de modificar esta organización, creando seis Ministerios de Servicio que aglutinan las diferentes actividades del quehacer comunitario, cada uno de los cuales es coordinado por un matrimonio. Los seis matrimonios coordinadores forman el Consejo Central de Servicio de Familia Nueva, llamado a funcionar en forma colegiada.

6. Vínculo eclesial: Se comprometen a estar siempre al servicio de Dios y de la familia en estrecha unión con la Jerarquía Eclesiástica, instituciones, agrupaciones y personas que de alguna manera trabajen por la institución familiar.

Desde sus inicios Familia Nueva se ha puesto al servicio de la Iglesia Arquidiocesana de diferentes maneras: participando en la Pastoral Familiar de la CEDES y del Arzobispado proporcionando agentes de pastoral, integrándose como Comunidad en las actividades de estas instituciones, dando servicio en formación cristiana a los miembros de diferentes parroquias por medio de la Escuela de Teología Pastoral, colaborando en muchas parroquias y colegios prestando servicios diversos para la familia, la juventud y los pobres.

7. Finalidad: Motivar y dar asistencia a toda persona para que constituya legalmente su grupo familiar, según las leyes civiles del país y las leyes de la Iglesia Católica Universal. En las familias ya constituidas promover y elevar al máximo posible los valores espirituales, morales y materiales. Todo ello de cara a una plena realización de las personas como hijos de Dios y como miembros de la sociedad según su propia vocación.

La plena realización de las personas es lo que debemos entender como “promoción integral”. PUEBLA, 477: La promoción implica actividades que ayudan a despertar la conciencia del hombre en todas sus dimensiones y a valerse por sí mismo para ser protagonista de su propio desarrollo humano y cristiano…

8. Forma de trabajo: Familia Nueva está consciente que para cumplir con su finalidad es necesario prestar atención adecuada a jóvenes y adultos simultáneamente, trabajando con ellos en forma separada o conjunta según las circunstancias y el ambiente.

Este es un momento propicio para preguntarnos ¿Las formas en que prestamos esta atención a jóvenes y adultos nos está llevando realmente a fortaleces las familias, a promoverlas y a ir logrando como Comunidad ser signo del Reino? Si no es así, es bueno dejarnos renovar por el Espíritu de Dios y plantearnos nuevos caminos.

9. De sus líderes: Para ello deberá contar siempre con personas comprometidas con su Bautismo y en constante búsqueda de su realización cristiana. No una comunidad estática con una ley estática sino una comunidad continuamente renovada y con creciente compromiso con el Reino de Dios.

10. De los medios a utilizar: mecanismos e instrumentos propios de la Iglesia como Retiros Espirituales, Convivencias, Cursos de Formación humana y cristiana, Reuniones de motivación, Orientación y crecimiento en la fe, etc. Todos ellos en constante revisión y evaluación con el afán de mantenerlos actualizados según las exigencias del pueblo de Dios, del Magisterio de la Iglesia y de los signos de los tiempos.

En 1999 y en 2008 la Comunidad hizo un alto para revisar, evaluar y actualizar su camino comunitario, frutos de estos discernimientos comunitarios fueron el plan “VISION 2000” y el “PLAN QUINQUENAL”, es hora de una nueva revisión.

11. Razón de nuestra esperanza: Una actitud acogedora a toda creatividad impulsada por el Espíritu Santo dará a Familia Nueva, nuevos caminos para la realización de sus metas.

Reunirnos en Comunidad para revisar nuestro camino es la manera de ponernos a la escucha del Espíritu y abrirnos a esos nuevos caminos.

12. Serán Imperativos:

a) Todo colaborador de Familia Nueva debe estar en constante crecimiento en su vida de fe, esperanza y amor.

Para lo cual su vida comunitaria se organiza en pequeñas comunidades “grupos de crecimiento” llamadas a vivir los valores del evangelio en las dimensiones de la piedad, el estudio y la acción.

b) Como Comunidad de Servicio, ir al encuentro de las necesidades antes que permanecer a la espera de quién solicite su servicio.

c) Buscar y alimentar una constante y fraternal relación con otros Movimientos apostólicos, Instituciones de la Iglesia, entidades y agrupaciones culturales que prestan servicio a la comunidad.

d) Guardar fidelidad a la Iglesia en su misión evangelizadora y ser signo de salvación para todos los hombres.

13. Disponibilidad hacia Dios con la intercesión de María. Con la gracia de Dios y la intercesión de nuestra Madre Santísima, la Virgen María, Familia Nueva pondrá todo su esfuerzo para servir a los hermanos en la verdad, el amor y la justicia. Estos son los valores centrales que han de acompañar todo el hacer comunitario.

14. Opción y autodefinición. FAMILIA NUEVA, es definida así:

COMUNIDAD ECLESIAL DE SERVICIO INTEGRADA POR FAMILIAS DE BAUTIZADOS, QUE OIDA LA FUERTE Y RENOVADA LLAMADA DEL SEÑOR LANZADA AL MUNDO COMO FRUTO DEL CONCILIO VATICANO II, Y MUY EN PARTICULAR POR LAS DOS CONFERENCIAS DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO REUNIDAS EN MEDELLIN Y PUEBLA, QUIEREN DEDICAR SUS MEJORES ESFUERZOS A LA DILATACION DEL REINO DE DIOS EN LA TIERRA, MEDIANTE LA PROMOCION INTEGRAL DE LA FAMILIA.

COMUNIDAD ECLESIAL DE SERVICIO, no de recogimiento ni de oración contemplativa sino más cercana a lo que San Ignacio llamaba “contemplativos en la acción”

INTEGRADA POR FAMILIAS DE BAUTIZADOS, considerando que el llamado es en familia. Dada nuestra realidad social, entendemos por familia “el grupo social permanente, constituido por el matrimonio, la unión no matrimonial o el parentesco” (Código de Familia del El Salvador) que está llamada a hacer presente el Reino de Dios.

QUE OIDA LA FUERTE Y RENOVADA LLAMADA DEL SEÑOR LANZADA AL MUNDO COMO FRUTO DEL CONCILIO VATICANO II, Y MUY EN PARTICULAR POR LAS DOS CONFERENCIAS DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO REUNIDAS EN MEDELLIN Y PUEBLA, Comunidad que se siente llamada, pero de una manera muy específica, no responde a la Iglesia encerrada en sí misma del Concilio de Trento o de Vaticano I, a la Iglesia preocupada por los dogmas y celosa de su autoridad; responde al llamado de un Concilio que se convirtió en el hecho más importante de la Iglesia en todo el siglo XX, a una Iglesia que se constituye Pueblo de Dios igual para todos pero, siguiendo los pasos de Jesús, con una opción preferencial por los pobres.

QUIEREN DEDICAR SUS MEJORES ESFUERZOS A LA DILATACION DEL REINO DE DIOS EN LA TIERRA, MEDIANTE LA PROMOCION INTEGRAL DE LA FAMILIA, es decir, no una promoción parcial, no una formación netamente espiritual y mucho menos espiritualista, sino una promoción que involucre a toda la persona en sí misma, en cuerpo y alma, con sus complicaciones afectivas, sociales, económicas, culturales, etc. Este compromiso es el que hizo surgir hace algunos años la inquietud de implementar talleres vocacionales, que brindaran oportunidad de superación económica y social a familias de escasos recursos, y jornadas de asistencia médica y odontológica, lastimosamente, con estos proyectos no se ha logrado una implementación estable. Lo único que se mantiene, como fruto del discernimiento comunitario en “VISION 2000”, es el “viernes solidario” que se queda en un paliativo asistencialista, pero promueve el sentido solidario en la Comunidad.

Sin embargo, el Espíritu de Dios y la protección de María nos siguen animando y hoy contamos con el “Dispensario y Clínica Comunitaria” de la Pastoral de Salud que, aunque sea con limitaciones, brinda asistencia médica gratuita.